La localidad de Portell de Morella se estrena como sede de una de las etapas de la VCV – Volta a la Comunitat Valenciana. De hecho, la caravana ciclista de la VCV no ha pasado ni siquiera por la localidad en alguno de sus recorridos desde que en 2016 volviera al calendario de la mano de Ángel Casero.

Portell de Morella es una localidad que ofrece diferentes alternativas para la práctica deportiva, especialmente todo lo relacionado con el deporte de montaña. Los senderos que unen la localidad con Vilafranca o Castellfort son buenos ejemplos de ello, así como las diferentes rutas de BTT que se pueden encontrar en el término municipal de Portell de Morella.

Basada tradicionalmente en la agricultura de secano y principalmente en la ganadería (de lana y cabrío). Existen dos industrias dedicadas a la fabricación de géneros de punto y otros material textiles de artesanía. Portillo todavía conserva la elaboración textil como una de sus principales actividades tradicionales, que usa productos de calidad que hoy se usan a los Sanfermines de Pamplona, la Semana Santa de Sevilla o a los Castelleros de Cataluña.

La localidad de Portell de Morella cuenta con numerosos atractivos considerados patrimonio histórico, como la Plaça i Ajuntament, una construcción del siglo XVII restaurada recientemente; la Casa Abadia, anexa a la Iglesia construida hacia 1.750, uno de los primeros templos de Iglesia-salón de la Comunitat Valenciana. El Calvari, la Ermita de Sant Marc, los lavaderos públicos y El Castell son otros ejemplos de este amplio patrimonio histórico y cultural.

Las primeras pruebas documentadas de presencia humana corresponden a yacimientos arqueológicos y pinturas rupestres, que van desde el periodo Magdaleniense al Epipaleolítico y después al Mesolítico. Hasta la reforma de la nomenclatura municipal de 1916 el municipio se llamaba simplemente Portell. En dicha fecha su nombre fue modificado por el de Portell de Morella.

La gastronomía de Portell coincide con la cocina típica de los pueblos de interior de la provincia de Castelló. Destaca el “recapte”, tipo de olla del maestrazgo, la carne abundante y de calidad como las chuletas de cordero, todas las partes del cerdo, “pelotas de carne”,… y también es apreciado el embutido: “morcillas de cebolla y arroz”, morcilla negra, el bolo, chorizos,… Sin olvidarnos de los dulces: mantecados, almendras, rossegons, etc.