De polémicas: La curva de Vallejo
La Guerra Civil Española y la II Guerra Mundial interrumpieron la celebración de la Vuelta Ciclista a Levante durante seis años. La carrera, inaugurada en 1929, vuelve en la década de los 40, pero de forma intermitente. Se celebra en 1940, del 42 al 44 y del 47 al 49. Siete ediciones bajo la nueva denominación de Vuelta Ciclista a la Región Valenciana. Cambia también el organizador, sustituyendo el Diario Levante al republicano El Pueblo, ya desaparecido entonces. La responsabilidad organizativa del mercantil valenciano abarcaría toda la década de los 40. Años difíciles de postguerra, pero en los que la carrera mantenía el gran interés de un público cada vez más volcado con los ‘ases’ ciclistas. Federico Ezquerra, ganador de la prueba en su tercera edición en 1931, repite título en 1940. Julián Berrendero (41), Francisco Antonio Andrés (42), Antonio Martín (43), Joaquín Olmos (47) y Joaquín Filba (49) son los otros triunfadores de esta década. Solo faltaría el vencedor de 1948 en estas menciones. Pero su historia, más bien la de esa rocambolesca edición, merece hoy nuestra especial atención.
Previa oficial Diario Levante, 1948. Hemeroteca Municipal de València.
La década de los 40 se caracteriza por el baile de fechas. En 1948, la VI Vuelta Ciclista a la Región Valenciana (en realidad la XI, pero el franquismo no contaba las ediciones republicanas) se celebra en el mes de julio. Concretamente del 20 al 25 de julio, coincidiendo con la celebración del Tour de Francia. Una circunstancia que redujo el número de ‘ases’ en una carrera casi local, con mucho ciclista valenciano y algún nacional de prestigio. Es el caso del gran Miguel Poblet, principal favorito en la previa, pero al que un accidente en la etapa 3 camino de Gandía le privó de toda opción de victoria. Los gallegos hermanos Rodríguez, Delio y Emilio, sí iban a cumplir con su condición de aspirantes; no así un joven Bernardo Ruiz a quien varios pinchazos en la etapa 1, Valencia-Elda, le hicieron perder 13 minutos. El último de los protagonistas de esta edición de 1948 era el único desconocido. Se llamaba Ricardo Ferrandiz, era de València y corría como ‘independiente’, algo muy habitual en el ciclismo de la época.
Crónica Etapa 1, 1948. Diario Levante. Hemeroteca Municipal de València.
Si en algo coinciden los cronistas de la época es en la poca predisposición para el esfuerzo por parte de los ciclistas. La falta de estrellas, lo avanzado de la temporada o simplemente la apatía eran algunas de las excusas que se buscaban para encontrar explicación a tal falta de competitividad. Tras la disputa de cinco etapas, cuatro ciclistas llegaban al último día empatados en la clasificación general. Emilio Rodríguez, Juan Gimeno y José Serra, todos ellos considerados ‘aspirantes’; y el independiente Ricardo Ferrándiz. Sí estaba sentenciada la clasificación de la montaña, en la que el gallego Emilio Rodríguez había ejercido una total dominación, culminando en cabeza siete de los ocho puertos puntuables. Además, Rodríguez se había impuesto en las etapas 4 y 5, por lo que salía como líder a la última jornada y era el gran favorito a la victoria final.
Crónica Etapa 5, 1948. Diario Levante. Hemeroteca Municipal de València.
Todo parecía suceder según el guion previsto hasta la última curva de la carrera. Ese año, el estadio de Vallejo acogía la meta. Y los ciclistas sabían que antes de entrar en el coliseo deportivo había una curva peligrosa. ¿Se imaginan ya por dónde va la historia, verdad? Pues sí. Emilio Rodríguez, quien ya celebraba un triunfo de gran prestigio para su todavía joven carrera, tenía problemas con un calapié y a punto estaba de irse al suelo, perdiendo unos pocos pero valiosos segundos. Su hermano Delio ganaba la etapa entrando en un grupo junto a Ferrandiz y Gimeno, entre otros. Ricardo perdía 3 segundos en meta y, según el jurado y cronometrador de la carrera, también la victoria en la clasificación general. Esta pasaba al independiente Ferrándiz, siendo Rodríguez segundo y Gimeno tercero. ¿Todos de acuerdo? Ni mucho menos. En unos minutos, tanto Rodríguez como Gimeno presentaron sendas protestas y la decisión sobre el ganador final, así como los premios económicos para los tres primeros, quedaban en ‘stand by’. Eso sí, ya desde un principio, para muchos la razón la tenía Rodríguez. «Ricardo Ferrandiz, vencedor absoluto; Emilio Rodríguez, vencedor moral» titulaba la crónica de Levante esa última etapa con final en València.
Crónica Final, 1948. Diario Levante. Hemeroteca Municipal de València.
Una decisión, la del cronometrador de la VI Vuelta Ciclista a la Región Valenciana, que iba a dar paso a dos meses de polémicas. De tiras y aflojas entre la organización de la carrera, los ciclistas implicados en la polémica y la Unión Velocipédica Española (UVE), quien había quedado encargada de resolver el litigio deportivo ocasionado. Tal era la confusión que el Mundo Deportivo, periódico de Barcelona, daba a Ferrándiz como ganador, para poco después tener que rectificar.
Noticias publicadas en Mundo Deportivo sobre la VCV 1948. Hemeroteca Mundo Deportivo.
Como curiosidad, no solo los implicados en esta historia estaban pendientes del fallo de la UVE. En la previa de la carrera, el Diario Levante había organizado un concurso entre sus lectores para que estos adivinaran los ganadores de la clasificación general y de la montaña. El premio era de 500 pesetas así que los que habían apostado por Ferrándiz o Rodríguez estuvieron todo ese verano mordiéndose las uñas por conocer el veredicto final.
Papeleta para participar en el concurso. Diario Levante. Hemeroteca Municipal de València.
Y es que la UVE se tomó su tiempo. Tanto, que hasta en dos ocasiones publicó el Diario Levante una nota recordatoria, tanto para sus lectores como para la propia UVE, apremiando a tomar una decisión que pusiera fin al conflicto. Esta llegó el 22 de septiembre, día en el que se publicó el fallo oficial por parte de la Unión Velocipédica Española, que decía asi:
«Madrid. 21. El Comité Nacional de la U.V.E, en su sentir de estricta justicia, ha examinado con todo detenimiento las pruebas recogidas (declaraciones escritas de los corredores, fotografías, etc.) para sancionar la reclamación presentada con motivo de la clasificación final de la pasada VI Vuelta a la Región Valenciana, tomando el acuerdo ante la claridad de las mencionadas pruebas, de declarar vencedor de la referida carrera al corredor Emilio Rodríguez, y clasificar en segunda posición al corredor Ricardo Ferrandis».
«A los corredores José Serra, Bernardo Ruiz, Emilio Rodríguez y Delio Rodríguez, firmantes de una protesta presentada contra la clasificación de la VI Vuelta Ciclista a la Región Valenciana, les ha sido impuesta, por acuerdo del Comité Nacional de la U.V.E, la multa de 200 pesetas a cada uno por el sentido irrespetuoso de los términos empleados en la redacción del mencionado escrito, al referirse a personas que desempeñaban cargos oficiales en la organización de la prueba».
«El juez árbitro, don Fabio Regolf, y el cronometrador don Valentín Castellvi, de la pasada carrera VI Vuelta Ciclista a la Región Valenciana, han sido suspendidos en el desempeño de sus funciones de árbitro y cronometrador, respectivamente, por un periodo de un mes, por su falta de criterio en el desempeño de los referidos cargos, de acuerdo con el último párrafo del artículo 63 del vigente Reglamento , cuya sanción dará comienzo el 20 del corriente».
Fallo oficial de la UVE. Diario Levante. Hemeroteca Municipal de València.
De esta manera, Emilio Rodríguez quedaba oficialmente coronado como vencedor de la VI Vuelta Ciclista a la Región Valenciana. Semanas más tarde, se proclamaría campeón de la Volta a Catalunya, demostrando que era el ciclista más en forma del momento. Rodríguez ganaría la general de la Vuelta a España en 1950 y tres clasificaciones de la montaña, confirmándose como uno de los mejores escaladores españoles de la década de los 40. Ferrándiz, nada de acuerdo con el fallo de la UVE, iba a renunciar a participar con el equipo valenciano en los campeonatos nacionales ese mismo año, desapareciendo desde entonces de la primera plana del ciclismo nacional.
En definitiva, una polémica con casi ochenta años de historia, pero que perfectamente podríamos trasladar a hoy en día. Y es que, en definitiva, por mucho que haya cambiado el ciclismo en todos estos años, la esencia del deporte de las dos ruedas se mantiene intacta. La Vuelta a la Región Valenciana iba a volver a sufrir un parón de cuatro ediciones tras 1949, regresando en 1954 en una década en la que empiezan a coger protagonismo los grandes ciclistas belgas. Pero esa es una historia para otra ocasión.